Visita de los jóvenes de la Diócesis de Ciudad Real a Jimaní

Chema, Pedro, Yanna, Alejandra, Tomás y yo, 
tomando una Prestige, cerveza Haitiana. 

     Este fin de semana me han visitado un grupo de lo más interesante. Fray Tomás, Mercedario (natural de Fuente del Fresno) que trabaja en la Fundación Niños Limpiabotas del barrio de las Caobas en Santo Domingo y a Yanna, joven de esa misma parroquia y excepcional voluntaria de la Fundación. Además de tres jóvenes de Campo de Criptana: Pedro, Chema y Alejandra que están con Tomás realizando el voluntariado misionero que la Diócesis de Ciudad Real oferta a los jóvenes para los meses del verano. (Otro grupo está con el compañero José Adolfo en el Alto, lo podéis seguir en la pestaña de “El Alto”).

     Pues bien, la verdad que justo el día de la final de la Copa de Europa que quedamos con Tomás y el resto de su comunidad (Todos manchegos) para ver el partido se nos ocurrió la idea de que los jóvenes fueran a conocer el proyecto en el que estoy. Era una forma de poder colaborar con mi Diócesis en compartir mi experiencia acá. Tengo que reconocer que cuando por fin me puse a preparar dicho día me costó, quería solicitar la guagua (coche de la oficina) para poderles llevar a los lugares mas importantes, pero al final no pude disponer de ella. También pensaba que tendría un local más grande para poder dormir, pero también cayó y estuvimos con colchones en el salón. Y por ultimo pensaba que serían más días, por unas cosas y otras se quedó en un fin de semana,… pero bueno, esto también enseña porque a veces planificamos tanto que luego salen las cosas mejor, si no se preparan, “Dios aprieta pero no ahoga….”.

Con el lago Enriquillo y
el Parque Nacioanl de Iguanas al fondo

     El caso es que llegaron en la guagua de Tomás el viernes a medio día, justo para comer. Fue una comida de lo más tranquila, con nuestra querida sobremesa compartiendo lo que es el proyecto y ellos contando como está siendo sus días en la Fundación con los niños, hacen un gran trabajo, los podéis seguir por Facebook buscando “Fundación niños limpiabotas”. En la tarde aprovechando que teníamos vehículo fuimos a conocer las comunidades que también acompañamos. En Tierra Nueva conocieron a Margarita y su familia. La responsable del grupo de migrantes de esa comunidad, una mujer con muchísima vitalidad, pastora de la iglesia Betel y volcada a la ayuda a los demás, una persona muy interesante de conocer. Disfrutaron mucho conociendo sus vidas, su casa, su iglesia, donde trabajan,… Después nos fuimos a refrescarnos al balneario de Boca de Cachón, claro está que así se le llama acá, pero es una piscina natural que hay y donde la gente va a bañarse, a refrescarse y hasta a lavar la ropa que llevan puesta.

     El sábado según ellos fue un día de contrastes. En la mañana estuvimos visitando el mercado de Malpasse, les impresionó ver la frontera, como está distribuido el mercado, la situación de los puestos,… y hasta como las personas se molestaban por tomarles fotos. A la salida me gustó lo que Pedro me dijo, con ese acento manchego “yo no suelo rezar mucho por la gente, pero por ti lo voy a hacer, porque es muy interesante el trabajo que aquí haces” ¡¡¡y yo preocupada por como les iba a mostrar mi trabajo y mi experiencia!!!

     En la tarde fuimos a ver el parque nacional Enriquillo, las iguanas y las “caritas” (espacio donde los Tainos dejaron pinturas en la roca) Pero lo que mas impresionó, como yo comparto siempre, es la subida de los lagos, en concreto del Enriquillo. Da miedo la velocidad en que va subiendo… El domingo disfrutamos de la eucaristía dominical en Jimaní, creo que les gustó, el coro de la parroquia es bastante movido y estuvimos cantando y tocando palmas todo el tiempo.

     Yo creo que les gustó, que les hizo reflexionar, que les impactó la vida de estas personas que en la frontera dominico-haitiana e incluso del papel del misionero ad gentes y del papel que cada uno tenemos que asumir estemos donde estemos, porque el Reino de Dios se debe presentar en donde esté presente cualquier cristiano, se debe notar.

     Dando gracias a Dios por estas visitas y deseando que les haya aportado a sus vidas el paso por Jimaní.

     Hasta otra, Inma.