sábado, 29 de septiembre de 2012

Un cumpleaños diferente.


                 El 27 de septiembre celebré mi cumpleaños lejos de casa, aunque llevando desde jovencita fuera de mi casa no es el primero que paso lejos, muchos por Extremadura, algunos en Guadalajara y otros por Ciudad Real,… pero luego había un fin de semana que se celebraba, con la familia, con los amigos de un lugar, con los de otro. Me pongo a analizarlo así y me siento muy afortunada porque (salvando las muchísimas diferencias sobretodo familiares) ha estado genial mis 32 años.
En Las Galeras con Vicente.
El fin de semana del 21 al 23 mi amigo Vicente me regaló un fin de semana a un lugar espectacular, Las Galeras en Samaná, un verdadero paraíso donde desconecté porque eso es otra dominicana que yo no había vivido nunca. Pero es curioso ya se notan los meses acá, “los tigres” que siempre intentan aprovecharse del turista dieron con un hueso duro de roer, jejeje.
La semana fue algo estresante ya que tenemos en proyección realizar una conmemoración del a Masacre que en 1937 Trujillo realizó a lo largo de toda la frontera haitiana en contra de todo el que fuera negro en el que murieron centenares de personas no solo haitianas sino también dominicanas, pero ¿sabéis que? Esta entrada será la siguiente ya que me da a mí que tendré mucho que compartir al respecto.
Lo que os decía al comienzo, me siento muy agradecía a Dios por haberme puesto a tantas personas cerca de mí que me hacen sentirme bien y no echar de menos a los de allá. Mi familia me mandó cartas, me llamó y hasta me hicieron una grabación, una pasada esto de las nuevas tecnologías. Mi Facebook se llenó de felicitaciones y bonitas palabras, que guardaré no solo en un word sino también en el corazón, las agradezco y doy gracias por cada una de ellas.
Pedro se portó, mi familia acá, me llenó la habitación de globos y me preparó un guiso de lo más rico, con su consecuente madalena con las velas, ¡¡¡Gracias compi!!!
El voluntariado Claretiano, entre ellos mis querido Yos y Sebas, de los que os he hablado en otras ocasiones también me felicitó, me realizaron varios regalitos un libro, vino manchego y un pastel de chocolate delicioso… pero sobre todo una noche de lo más bonita.
Con Yos, Sebas y el resto de voluntariado comendo pastel.
Me he sentido muy agradecida, muy feliz porque pese a los días duros y lo veis por las entradas, también hay alegrías. He descubierto acá a personas que en pocos meses se han convertido en pilares de mi vida, la distancia también relativiza algunas cosas y otras las afianza.
La siguiente entrada seguiré contando que tal va nuestro trabajo, pero esta he estado tentada de contaros algo muy normalito y no muy interesante, pero eso da el sentido de que os aporto lo mas sencillo que puedo hacer y es mi vida en la frontera dominico haitiana.

Un besazo y tened en cuenta que entramos en el mes de Octubre, misionero por excelencia. Tengamos en cuenta en nuestras oraciones a los misioneros y las misioneras que intentamos hacer trasmitir el Reino de Dios a las personas con las que vivimos y compartimos nuestra vida.

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