miércoles, 3 de diciembre de 2014

ADVIENTO

Estos días hemos estado revisando nuestro actuar en la capilla, tanto en la parte de celebraciones, sacramentos, etc., como en el centro juvenil. Y yo me he quedado con varias reflexiones:

Es tiempo de adviento y el adviento nos invita a preparar nuestro corazón y nuestras comunidades al gran acontecimiento de la encarnación, un tiempo de renovación personal y social, porque esperamos el nacimiento de Dios; un Dios niño, humilde, humano. Un Dios que quiere nacer pobre entre los pobres.

 Gloria
Es tiempo de reconocer nuestra debilidad, solos no podemos. Necesitamos de las personas, de todas las personas e instituciones, sabiéndolos a ellos protagonistas de su propia transformación.

Es tiempo de no acomodarnos, de intentar crecer. Las celebraciones de estos días en la capilla, nos han llenado de alegría y esperanza. Queremos ser un centro que esté al lado de los más necesitados, de los más indefensos. Sobre todo el trabajo con niños y jóvenes que requiere de mucho amor y paciencia, sabiendo que no es tiempo de cosecha, sino de sembrar. Un centro donde los valores evangélicos se vivan en comunidad.


Grupo de la capilla en el festival
de teatro y música del colegio

Queremos salir más al barrio, al colegio, ya lo hemos hecho, pero queremos más. Por eso, hemos participado en las actividades del colegio, además de los talleres, el grupo de niños de la capilla fue invitado al festival de teatro y música, donde se promocionan los valores socio-comunitarios y religiosos y ahora comenzaremos actividades de vacaciones, donde los niños y jóvenes puedan disfrutar durante las vacaciones de un espacio de acogida y amor. 

Queremos ser una capilla de puertas abiertas, donde todos quepan, donde no rechazaremos a nadie y menos a un niño o  joven que viene con toda su dura vida a cuestas.

Queremos estar atentos a cualquier voz, a cualquier huella, que nos dé luz para seguir el acompañamiento de la comunidad que Dios puso en nuestras manos; de todo y de todos se puede aprender.

Primera comunión
Queremos ser consecuentes con nuestro compromiso de fe, si Dios se hace pobre, ¿Dónde mejor podemos esperar su venida, sino entre sus preferidos?, así preparar nuestro corazón para reconocer en cada niño y joven a ese Dios niño pobre. Y si Dios nos preguntara ¿Quieres que mi hijo nazca en tu casa?, podamos dar una respuesta consecuente, una respuesta desde nuestra vida.

Un abrazo

José Adolfo

1 comentario:

  1. Una manera sencilla de seguir al Papa Francisco hacer la misión según la "Evangeli Gaudium". Leyendo me acordaba de algunos fragmentos de la exhortación que tanta luz nos da a la misión.

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